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Reunión del BEAO

  • Isabelle DESARNAUD
  • hace 2 días
  • 2 Min. de lectura

En octubre, benedictinos y benedictinas de toda Asia Oriental y Oceanía se reunieron en el monasterio de Thien Binh, cerca de Ciudad Ho Chi Minh, para su encuentro bienal. Participaron superiores y delegados de monasterios de Australia, China, Indonesia, Japón, Kiribati, Corea, Filipinas, Tailandia, Taiwán y Vietnam, representando a un millar de monjes, monjas y hermanas de la región.


La presencia benedictina en esta parte del mundo se remonta a casi dos siglos. Comenzó en 1835 con la llegada a Sídney del obispo John Bede Polding OSB. El primer monasterio fue fundado en 1848. A partir de esos comienzos, la vida monástica echó raíces poco a poco en el Pacífico y en Asia Oriental, a menudo gracias a valientes iniciativas misioneras y, a veces, en medio del sufrimiento y el martirio.


Las reuniones del BEAO, que se celebran aproximadamente cada dos años, tienen como objetivo profundizar la colaboración entre estas comunidades diversas, especialmente en el ámbito de la formación y la educación, y fortalecer los lazos de fraternidad dentro de la familia benedictina mundial. En esta ocasión, la hermana Meg Kahler, de las Sisters of the Good Samaritan de Australia, fue elegida para suceder al hermano Nicholas Koss, del Priorato de Wimmer en Taiwán, quien ha guiado la red con compromiso y visión desde sus inicios hace treinta años.

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El programa incluyó presentaciones de las comunidades miembros, momentos de oración, reflexión y diálogo sobre los desafíos y oportunidades de la vida benedictina. Entre los ponentes se encontraban el abad primado Jeremias Schröder OSB, que habló sobre la relación entre las ramas masculina y femenina de la Orden y promovió el jubileo de 2029, y el padre Cyprian Consiglio OSBCam, secretario general del Diálogo Monástico Interreligioso. También intervinieron el abad Bernard Lorent Tayart, presidente de la Alianza para el Monacato Internacional, y el padre Joseph Nguyễn Văn Ấm SDB sobre la vida de la Iglesia en Vietnam.


Dos abades presidentes de congregaciones internacionales —la Subiaco-Casinense y la Ottiliense— viajaron desde Europa para participar. El nuncio apostólico en Vietnam, arzobispo Marek Zalewski, presidió la misa de apertura. A lo largo de la semana, los participantes compartieron el ritmo diario de la oración con la comunidad monástica de Thien Binh.


El encuentro concluyó con una jornada en Ciudad Ho Chi Minh, la antigua Saigón, con visitas a la catedral y al centro pastoral arquidiocesano, sede de un notable instituto de formación para laicos. El día terminó con una comida fraterna de mariscos y una velada cultural que celebró la diversidad y unidad de la familia benedictina en Asia Oriental y Oceanía.

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