PROMOVER LA COOPERACIÓN Y LA SOLIDARIDAD
ENTRE MONASTERIOS

Quisiera transmitirles mis mejores deseos para esta Navidad y el Nuevo Año 2025, tras visitar el priorato de Notre-Dame de Kibungo, en Ruanda, donde fui recibido por la Madre Priora Philomène Kalimbanya. Es mi primera visita a un monasterio como Presidente de la AIM.
Notre-Dame de Kibungo es una comunidad de 14 monjas trapenses fundada en 2000 a raíz de la guerra y los problemas étnicos del este del Congo, es decir, justo lo contrario de la paz y la fraternidad humana que están en el corazón del mensaje que Dios nos dirige en la Navidad. Y sin embargo, si la comunidad de las hermanas de Kibungo se fundó sobre los valores negativos del conflicto y del odio entre los pueblos, las hermanas han creado un espacio de paz, de acogida, de oración donde otras comunidades y muchas personas vienen a meditar y a impregnarse de Dios. Les damos las gracias por ello.
Visité Kibungo porque estaba en Kigali para participar en el lanzamiento de las actividades del Institut Pacte Educatif Africain (Instituto Pacto Educativo Africano), que forma parte del Pacto Educativo Mundial iniciado por el Papa Francisco. Con la ayuda de la Francofonía, representantes de centros de enseñanza católicos africanos estuvieron presentes para trabajar juntos con el fin de hacerse cargo de una mejor educación. ¡Más de 250 millones de niños están poco o nada escolarizados!
Como sabéis, cada uno de nuestros monasterios está implicado en la educación a su manera, ya que San Benito los describe como escuelas del Señor, y AIM da prioridad a la formación de jóvenes monjes y monjas en esta perspectiva. Agradezco calurosamente a todas las comunidades que ayudan a AIM en su misión.
Que, en los albores del Año Santo 2025, nuestras abadías, prioratos y casas sean cunas vivas donde Dios se encarne, donde la humanidad se reconforte y florezca la esperanza.
Padre Bernard Lorent Tayart