Comunicación relativa a San Giacomo di Veglia
- Isabelle DESARNAUD
- 3 may
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 3 may
Comunicación relativa a la Comisaría Pontificia del Monasterio de los Santos Gervasio y Protasio en San Giacomo di Veglia, Vittorio Veneto (Italia).
1er de mayo de 2025
A raíz de diversas noticias difundidas en los últimos días, la Orden del Císter se siente obligada a aclarar lo siguiente:
Debido a ciertas medidas tomadas por la ex Abadesa Aline Pereira Ghammachi contra cuatro monjas sin respetar el Derecho de la Iglesia y de la Orden, el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica pidió al Abad General Mauro-Giuseppe Lepori que realizara una Visita Canónica extraordinaria. Tras esta Visita, el Dicasterio decretó la Comisaría Pontificia del Monasterio el 12 de enero de 2023.
Aceptando el recurso de la abadesa contra esta medida, el Dicasterio decidió suspender y anular el Decreto, e iniciar una Visita Apostólica confiada a personas no pertenecientes a la Orden del Císter.
Al término de esta Visita, que confirmó esencialmente los problemas constatados por la primera Visita, el Dicasterio consideró necesario renovar el Decreto de Comisariato Pontificio de la comunidad, nombrando Comisaria a la Madre Martha Driscoll OCSO, abadesa emérita del Monasterio de Gedono en Indonesia.
Cuando se notificó el Decreto, el 21 de abril de 2025, la Madre Marta se convirtió en superiora de pleno derecho de la comunidad.
La antigua abadesa pidió ausentarse del monasterio durante un tiempo con el acuerdo del comisario.
El 29 de abril de 2025, tres monjas profesas solemnes, una monja profesa simple y una novicia se escaparon del monasterio. Más tarde, los periódicos informaron de que se habían reunido con la antigua abadesa en un lugar desconocido.
Sus declaraciones a los medios de comunicación, que no son fieles a la realidad de los hechos, pueden llevar a muchos a hacerse una idea completamente distorsionada de la situación real de la comunidad de San Giacomo di Veglia.
Por ello, queremos señalar que mientras cinco monjas han abandonado el monasterio, otras veinte han permanecido fieles a su vocación y han aceptado agradecidas el decreto de comisariato, continuando su camino en obediencia a la Santa Sede y al Comisaria.
La ex abadesa tenía derecho a recurrir el decreto dirigiéndose al Dicasterio. Ahora dice que prefiere presentar una denuncia civil, pero no está claro contra quién ni por qué motivos, ya que todo se hizo de acuerdo con la ley de la Iglesia, que es la única autorizada para regular la vida monástica.
La comunidad, por tanto, desea sinceramente continuar su camino con fidelidad a Cristo y a la Iglesia, en verdad y libertad, sin verse envuelta en polémicas infundadas.

Comments