Edward Vebelum, osb

Abad Saint-John de Collegeville (Estado Unidos)

Encuentro de la asociación benedictina del Este

Asiático y de Oceanía (BEAO)

 

BEAOEVebelumGracias a la iniciativa de la AIM1, representantes de numerosas comunidades benedictinas y cistercienses de Asia Oriental se reunieron por primera vez en Bangkok en 1968. En este encuentro estuvieron presentes algunos monjes que ya habían participado en el diálogo interreligioso. Entre ellos estaba Thomas Merton cuyo papel, justo antes de su muerte accidental, contribuyó a la toma de conciencia de los monjes y monjas cistercienses de la riqueza de las antiguas tradiciones monásticas de Oriente, ayudando a encender el entusiasmo con el compromiso con el diálogo con sus homólogos orientales.

El abad Odo Haas osb, de la congregación de San Ottilien, entonces abad de la abadía de Waegwan, en Corea del Sur, participó en este encuentro e impulsó la creación de una organización llamada Unio Monastica Asiae, que se reunió en 1970 en la abadía de Waegwan. Se previó una reunión de trabajo en Bangalore en 1973, que no se concretó, y hubo que esperar veinticinco años para que se celebrara otro encuentro.

En 1995 el archiabad Douglas Nowicki, osb, de la archiabadía St Vincent en Latrobe, Pennsylvania, y el abad Timothy Kelly, osb, de la abadía St John de Collegeville, Minnesota, animaron un segundo intento de crear una organización que coordinara la comunicación entre los monasterios de Asia del Este. Ambos abades norteamericanos fueron responsables de pequeñas fundaciones en Taiwán y Japón. Reconocieron el valor de la cooperación y del diálogo para apoyar los muchos frágiles esfuerzos independientes, en misiones monásticas para fortalecer el testimonio monástico en la región.

El prior Nicholas Koss, osb, de la archiabadía de St Vincent y del priorato de Wimmer en Taishan, colaboró estrechamente con la Madre priora Beppo Wang del monasterio de San Benito de Tanshui para lograr este objetivo. Organizaron una reunión en el convento de Tanshui del 24 al 26 de octubre de 1995, veinticinco años después del encuentro de 1970. El abad Odo Haas, que entonces se encontraba en el monasterio de San Benito en Filipinas, participó en el encuentro y presidió la primera sesión. También estuvo presente el representante de la AIM, el padre Mark Butlin de la abadía de Ampleforth, Inglaterra. El Padre Mark y el Padre Prior Nicholas siguieron en este camino y participaron en todas las reuniones, ayudando en su organización hasta el presente.

Participaron en esta reunión del “jubileo de plata” en 1995, superiores y otros representantes de las comunidades de Corea del Sur, Filipinas, Taiwán y Japón. Los participantes informaron sobre la situación del monacato benedictino en sus respectivos países. Exploraron juntos temas relacionados con la vida comunitaria, la inculturación, la literatura monástica, la formación, los enfoques de la vida monástica en China y el diálogo interreligioso monástico.

El grupo se llamó “Benedictinos y benedictinas de Asia del Este y de Oceanía” (BEAO) y siguió reuniéndose cada año durante los cinco primeros años y luego cada dos o cuatro años. Además de Corea, Filipinas, Japón y Taiwán, comenzaron a asistir representantes de Vietnam, Australia y otras naciones.

Algunas congregaciones monásticas, como los monjes de Santa Ottilen y las hermanas de Tutzing, tienen varias comunidades en Asia oriental. Sin embargo, hay aún más comunidades que son pequeñas en tamaño o que no tienen otro miembro de su Congregación en la región. En ambos casos, estas comunidades están muy interesadas en la cooperación y el diálogo acerca del camino monástico. Las reuniones incluyen siempre informes de cada región, que proporcionan información básica sobre las distintas comunidades y actualizaciones periódicas. Informes del padre Mark Butlin sobre el trabajo de la AIM, y de otros organismos monásticos internacionales como el DIM-MID (Diálogo Interreligioso Monástico) informan y ponen al día a las comunidades sobre el trabajo realizado colectivamente.

El idioma común para los encuentros y la oración es el inglés, pero también ha habido himnos, vestimentas tradicionales, e incluso danzas de las diversas culturas presentes. En un encuentro en Filipinas, las hermanas japonesas se unieron a sus hermanas coreanas en una danza litúrgica coreana. Esta fue una manifestación simple de amistad y unidad entre los miembros de naciones que alguna vez fueron enemigas debido al imperialismo histórico y el conflicto político.

La ubicación de la reunión de la BEAO rota entre las diversas naciones representadas. Esto permite a los participantes experimentar la vida benedictina en diferentes contextos culturales y conocer el sabor local en medio de la universalidad de la vida monástica. La tradición de las excursiones, también permite a los participantes obtener una visión más amplia de la región. Por ejemplo, la visita a pequeñas comunidades tribales en los alrededores de Malaybalay en la región de Bukidnon, en Mindanao permitió a los participantes comprender más del contexto de la vida monástica en el Monasterio de la Transfiguración, así como el contexto tribal que inspiró la creación de las vestimentas sacerdotales por el padre Martín de ese monasterio. Del mismo modo, las visitas del encuentro de Pusan a los conventos en Seúl y Daegu y al monasterio en Waegwan, una visita al museo histórico de las hermanas de Busan, así como la danza cultural de las novicias de esa comunidad, asombraron a los participantes con la gran vitalidad del monacato coreano

Los participantes de la BEAO comparten con entusiasmo y alegría el encontrarse con otros y compartir el mismo camino monástico. A menudo, los participantes expresan su entusiasmo y su deseo de compartir sus experiencias al regresar a sus comunidades. Las relaciones informales a veces dan lugar a un apoyo entre comunidades, profundizando las relaciones entre comunidades de las diversas naciones, creando vínculos de colaboración en proyectos comunes y el intercambio de recursos para compartir en su propia comunidad.

 

1 Artículo del libro editado por los cincuenta años de la AIM: Si loin si proche, Des monastères pour un monde nouveau, pp. 267-270.