Visita a Monasterios de Estados Unidos
Agosto-Septiembre, 2015
Padre Jean-Pierre Longeat, OSB
Presidente de la AIM
Del 24 de agosto al 11 de septiembre de 2015, el padre Marcos Butlin y yo, animados por la Secretaría de la AIM-EEUU, visitamos varios monasterios en los Estados Unidos para profundizar nuestro conocimiento mutuo y fortalecer la colaboración en nuevas fundaciones en todos los continentes. Ésta es una breve acta de las reuniones realizadas.
Abadía Saint-John, Collegeville
Nuestra primera visita fue a la abadía de Saint-John, Collegeville. La llegada es impresionante, es un monasterio imponente, que alberga alrededor de 140 monjes y 2.500 estudiantes, de los cuales algunos son de la escuela secundaria. La iglesia es enorme. En otros tiempos había alrededor de cuatrocientos monjes, tenían un centenar de parroquias y un colegio en el que enseñaban muchos de los monjes. Actualmente el número de parroquias ha disminuido considerablemente y sólo unos 15 monjes trabajan en el colegio. Realizan el Oficio Divino con mucho recogimiento y devoción, aunque su estructura es diferente al esquema usado habitualmente.
La iglesia está construida de un magnífico volumen de hormigón, de la más alta calidad. Construida durante 1950 por el mismo arquitecto de la Casa de la UNESCO en París: tiene las mismas líneas aéreas, la misma estructura fina y armoniosa. También fuimos a la iglesia antigua; de hecho, el monasterio de Saint-John fue fundado por la Abadía de San Vicente de Latrobe, en el siglo XIX y todavía existen los edificios de esa época. La iglesia ahora funciona principalmente como sala de conciertos usada por el colegio. Los monjes tienen nuevas habitaciones y la casa de huéspedes es nueva; tiene 32 habitaciones. En la planta baja están las dependencias comunes y el comedor, que tienen vista al lago; dos empleados se ocupan de la cocina; tienen una pequeña biblioteca, salones, dos salas de reuniones de muy buen gusto y una capilla muy sobria.
La biblioteca del monasterio y de la universidad poseen una sección única de manuscritos, llamado Hill Museum and Manuscript Library. Su misión es encontrar, identificar, numerar, catalogar y archivar manuscritos en peligro de extinción, pertenecientes a comunidades amenazadas de todo el mundo. Han hecho una asociación con 560 bibliotecas y archivos, y han logrado fotografiar casi 140.000 manuscritos en Europa, África, Medio Oriente e India. Actualmente se está trabajando en el Líbano, Irak, Jerusalén, Egipto, Malí y Malta. Estas nuevas fuentes, que pronto estarán disponibles para su consulta en catálogo en línea (HMML.org), permitirán a muchos estudiantes iniciarse en el trabajo de los manuscritos y de fácil consulta para investigadores. Por supuesto, todo esto cuesta una fortuna, pero regularmente se realizan importantes donaciones al monasterio para este trabajo excepcional. Disponen de muy buenas oficinas y tienen un gran equipo competente y chispeante. Todo calza bien, han logrado un ambiente de mucha sencillez y humildad. El director es el padre Columba Stewart.
Visitamos las instalaciones de la editorial de la abadía, que se concentra en trabajos sobre la liturgia, Biblia y espiritualidad. Esto es a gran escala y ocupa unos cuarenta empleados. La Abadía de Saint-John es una de las editoriales del Misal y textos oficiales de la liturgia católica en los EEUU.
Visita a las hermanas benedictinas de Saint Benedict, en la vecina ciudad de Saint Joseph
Es la congregación benedictina más grande en los EEUU. En la década de 1950 había 1.500 hermanas profesas, que trabajaron en unos 83 colegios, en centros de salud y otras actividades pastorales. Actualmente están presentes en varios lugares en los Estados Unidos, también en Japón, Taiwán, Bahamas y Puerto Rico. A lo largo de su historia han cultivado las artes, el trabajo intelectual y la espiritualidad.
Actualmente son 240 hermanas, poseen su propio colegio en Saint Joseph, con alrededor de 2.000 estudiantes. Sin embargo, el promedio de edad de la comunidad es de más de 70 años y muchas de las hermanas viven en la Enfermería.
Assumption Abbey, Dakota del Norte
Aproximadamente a siete horas en auto se encuentra Assumption Abbey, en las afueras de la ciudad de Richardson. La fundación de la abadía data de 1893. Llegaron luego que el monasterio de Einsiedeln fundara una comunidad en el noroeste de Arkansas. En ese tiempo un joven postulante de la abadía, Jean-Baptiste Wehrle, soñaba con misionar. Fue enviado a los Estados Unidos en 1882 después de hacer sus votos perpetuos y ordenarse. Bajo la dirección del vicario apostólico de la época, un ex abad de Einsiedeln, cumplió varios cargos en la joven fundación, tareas pastorales al servicio de la diócesis de Dakota, y finalmente le encargó fundar un priorato en la nueva diócesis de Jamestown, que acababa de ser instituida como consecuencia de la división del Estado de Dakota en dos partes. El padre Jean-Baptiste fue enviado a Richardson, y así comenzó este monasterio.
Actualmente, la comunidad está formada por unos 40 monjes, de los cuales algunos están en misión fuera del monasterio. Anteriormente el monasterio tenía un colegio, al igual que prácticamente todos los monasterios benedictinos en los Estados Unidos, que se cerró en la década de 1970. Muchos de los monjes pensaron que esto significaría el fin de la comunidad. Sin embargo, cuarenta años más tarde, la comunidad goza de buena salud, con una afluencia regular de novicios y una vida monástica de calidad. Hay muchas actividades, conferencias, acogida a diferentes grupos de Iglesia. La tienda de la abadía vende todo tipo de productos, incluyendo el vino del monasterio. Algunos monjes trabajan como sacerdotes en las parroquias o como capellanes de hospitales, universidades o conventos; otros son profesores en las universidades o seminarios, o trabajan como asistentes pastorales. Actualmente 14 monjes trabajan fuera del monasterio. Gran parte del terreno del monasterio se alquila para la agricultura.
Nos reunimos con el padre Terence Kardong, editor del boletín benedictino American Review, y hablamos largo y tendido sobre su trabajo, el estado de la revista, y el futuro de las comunidades monásticas. Él insiste en que los monjes jóvenes adquieran las bases de la tradición monástica. Es autor de un curso de aprendizaje monástico audiovisual a distancia, aunque lamenta que pocos de los estudiantes perseveren hasta el final; observa que la práctica de la lectura se ve afectada por la falta de concentración. Su deseo es que éste fuera el tema de un curso para profundizar en los valores monásticos. En su opinión, la práctica del silencio se ve amenazada de manera similar, y las relaciones con la familia y amigos juegan un papel demasiado grande, amenazando el valor necesario para retirarse del mundo. También piensa que la relación entre los monasterios es débil, y que el aislamiento es una amenaza real en el mundo contemporáneo, a pesar del avance de las comunicaciones. Está convencido de la utilidad de la labor de la AIM, y nos anima a seguir formándonos. Dice que el boletín benedictino American Review, debe dar énfasis a los estudios monásticos, y las contribuciones de cualquier parte del mundo son bienvenidas.
Los monasterios estadounidenses están marcados inequívocamente por su origen misionero. Los monjes fueron enviados originalmente desde Europa para evangelizar a la población local o proporcionar asistencia espiritual a los residentes extranjeros, y esto es todavía evidente en la vida monástica. Es un monacato, en el cual la dimensión pastoral está muy presente, lo eran sus fundadores, monasterios de Alemania, Suiza y Gran Bretaña.
La mayor parte de sus recursos están vinculados a los ministerios realizados fuera del monasterio. Además, en Estados Unidos hay “fundaciones de caridad” que no tienen ninguna dificultad en contribuir con la vida monástica y lo consideran parte de su misión.
Abadía de New Melleray
Después de volver a Collegeville, fuimos al monasterio trapense de New Melleray. El abad nos recibió en el aeropuerto de Dubuque y fuimos inmediatamente a su abadía, fundada por monjes de Mount Melleray, Irlanda, en 1849, a petición del obispo. Todos los nombres son reminiscencia del gran monasterio francés de Melleraye, que fundó Mount Melleray y otras comunidades en los Estados Unidos. Después de Vísperas, el abad Marcos y el prior compartieron una cena muy sencilla y fraterna con nosotros. Al día siguiente, el Abad nos guió en un minucioso recorrido por el monasterio: el refectorio, la sala capitular, la iglesia, enfermería, celdas, todo muy bien mantenido. Más notable aún fue el taller, que asegura una buena fuente de recursos para el monasterio. El monasterio ha desarrollado en forma exitosa la fabricación de ataúdes. Es dirigida por un laico y cuenta con un equipo de trabajo de unos 50 trabajadores y 10 monjes. Los ataúdes se fabrican íntegramente dentro del monasterio, y reciben una bendición antes de ser enviados a las familias. La comunidad arrienda tierras para uso agrícola, manteniendo su propiedad.
Abadía trapense Our Lady, Mississipi
Visitamos el vecino monasterio trapense de Our Lady, Mississipi, lleva el nombre del gran río que fluye cerca. 15 monjas nos dieron una muy cálida bienvenida. A nuestra llegada asistimos al Oficio de Nona, seguido de una larga conversación con la abadesa, madre Rebecca y la ex abadesa. Nos llevaron por el monasterio, construido sobre la base de una gran casa familiar con muchas ampliaciones y una espléndida vista. Visitamos la biblioteca muy bien mantenida, la hospedería y la actividad principal de las hermanas: la manufactura de caramelos.
Cada una de estas visitas nos ayudó a fortalecer vínculos con estas comunidades, que era el objetivo de nuestro viaje.
Abadía de Conception
Partimos desde New Melleray a las cinco de la mañana para tomar el avión en Dubuque, y volar a Kansas City, vía Chicago, llegando al monasterio de Conception justo a tiempo para la misa de 11:45. La iglesia es espaciosa y decorada al estilo alemán de Beuron. El abad Gregorio Polan nos guió al refectorio, cuyo ritual está tan bien organizado como la liturgia. La Abadía de Conception fue fundada en 1877 por monjes de la abadía Suiza de Engelberg, a petición del obispo local, para atender las necesidades espirituales de los campesinos irlandeses y alemanes, establecidos en la región desde 1858. Los monjes fundaron el Colegio de New Engelberg en 1886 como una escuela secundaria. En 1942 se transformó en un seminario y fue dividido en dos partes, seminario menor y mayor, con un plan de estudios de más de 12 años. Hoy en día sólo el Seminario Mayor continúa y acoge a un centenar de seminaristas de las 20 diócesis de esta parte de los Estados Unidos. El monasterio también recibe un gran número de sacerdotes diocesanos y a laicos.
Los edificios del seminario son impresionantes. Aproximadamente 20 de los monjes trabajan allí en varias capacitaciones, incluyendo la enseñanza de los seminaristas, a la que se unen profesores seglares y sacerdotes diocesanos.
La enorme biblioteca es común al monasterio y al seminario, al igual que la portería y las oficinas administrativas. Esta organización es inesperada ya que la prioridad del monasterio es la oración y la contemplación. La regla del silencio es observada rigurosamente dentro del monasterio. Para los europeos es interesante ver la alianza entre los monjes y las diócesis. Hay que subrayar que se da un buen intercambio entre las dos vocaciones de sacerdotes y monjes. Después de un tiempo, algunos seminaristas deciden unirse a la comunidad y algunos de los monjes jóvenes se unen a una diócesis.
La comunidad tiene un terreno de mil hectáreas alrededor del monasterio, parte está arrendado para ganadería y el resto son bosques.
Las Hermanas Benedictinas de Clyde
Visitamos las vecinas hermanas de Clyde. Su congregación se llama “de adoración perpetua”. Fundadas en 1874 por la misma razón que los monjes, por el bien de los cristianos del lugar de origen alemán e irlandés. Luego abrieron un colegio y un orfanato y desarrollaron una granja. Continúan confeccionando ornamentos litúrgicos, hostias y algunos otros productos alimenticios. Sin embargo, su actividad principal es la oración, en particular la oración continua ante el Santísimo Sacramento.
Esta congregación de adoración perpetua fue muy numerosa, 400 hermanas, en la actualidad son 140, en su mayoría de edad avanzada, pero llenas de vitalidad. Una de ellas fue el primer enlace para la AIM en los Estados Unidos, la hermana Mary Tharsilla Noser (ver Boletín 71 del año 2001, para conocer su historia y apreciar su dedicada obra).
La iglesia es un monumento impresionante en el estilo del arte alemán del monasterio de Beuron, con frescos que cubren casi todas las paredes. Nos llamó la atención la cantidad de asientos que dejan apenas espacio libre en el edificio, a pesar de que las hermanas sanas de la comunidad usan solamente 40 de ellos.
Abadía de Saint Benedict, Atchison
A dos horas en auto desde Conception está la Abadía de Atchison. A nuestra llegada nos sorprendió el tamaño del lugar. La abadía tiene un colegio de aproximadamente 2.000 alumnos, y muchos edificios repartidos en varias hectáreas. Hay estudiantes por todas partes, y un ambiente alegre. El Campus y la abadía se encuentran en el límite del pueblo. Son 45 monjes, pero sólo alrededor de 30 viven en el lugar, varios están en la enfermería, el resto se encuentran en diversas misiones. La universidad y la escuela secundaria pertenecen al monasterio, es un patrimonio considerable.
Al entrar en la iglesia para la misa de la tarde, me sorprendió el gran número de jóvenes. Son estudiantes de la universidad que desean nutrir su fe y que regularmente participan en la liturgia monástica, incluso en la oración de Vigilias, a las 6 de la mañana . Son un buen centenar que participan activa y fervorosamente.
La religión juega un papel importante en la sociedad estadounidense. Hay, por supuesto, algún grado de reacción contra la vida religiosa y monástica, pero permanece en la vida de la sociedad una relación hacia lo trascendental; ésta es sin duda, la mayor diferencia entre esta cultura y la europea.
Las Hermanas Benedictinas de St Escholastica
Al día siguiente el hospedero nos llevó a la ciudad de Atchison al convento vecino de las hermanas benedictinas de St Escholastica. Este convento fue fundado hace 150 años por las hermanas de Suiza, a solicitud del monasterio benedictino para abrir un colegio de niñas. Trabajan también con ancianos, en parroquias y hospitales. Desde fines del siglo XIX hasta el siglo XX se dedicaron a cientos de actividades; llegaron a ser 500 hermanas. En 1970 se unieron a los monjes para formar un solo establecimiento educacional en Atchison, adaptando sus edificios para recibir retiros y huéspedes. Al mismo tiempo se mantienen activas en diferentes tareas educativas en la universidad, parroquias y otros lugares. Actualmente son 150 hermanas, que permanecen fieles a lo que la voluntad de Dios les manifieste.
Abadía de Saint Meinrad
Al día siguiente partimos al aeropuerto de Kansas City para viajar a Louisville, vía Chicago, para llegar al monasterio de Saint Meinrad de la Congregación Suiza, al igual que Abadía de Conception. Fue fundada en 1854 por la Abadía de Einsiedeln por la misma razón, para atender un gran número de católicos de origen alemán en la zona. La comunidad prosperó y los 90 monjes que la componían en el siglo XX desarrollaron un seminario para la formación sacerdotal, una escuela de teología, una editorial y, al igual que New Melleray, una empresa para la fabricación de ataúdes (desde 1999), y por supuesto, una hospedería, con un programa de retiros durante todo el año. Actualmente el seminario forma sacerdotes, diáconos permanentes y laicos para la misión pastoral.
La comunidad está formada por 45 monjes, de los cuales una docena están en misión fuera del monasterio. Tiene varios novicios, postulantes y jóvenes monjes profesos, que equilibran el gran número de monjes mayores, para quienes se realizan adaptaciones a fin de que puedan participar en la liturgia. La comunidad cuenta además con cuatro ex abades, quienes, cada uno a su manera, dan un noble testimonio.
Las Hermanas Benedictinas de Saint Ferdinand
Después visitamos a las vecinas hermanas de Saint Ferdinand. Están en la misma situación que muchas otras congregaciones; enormes edificios en una propiedad de 500 hectáreas. En esta situación, la comunidad que en el pasado consistía, en varios cientos de hermanas, ahora cuenta con no más de 140. Sin embargo, sus obras siguen siendo múltiples. Visitamos la casa, admiramos la iglesia, celebramos el Oficio de Vísperas y comimos con ellas en el refectorio. Fue una oportunidad de llegar a conocerlas mejor.
La Abadía de Gethsemani
Luego fuimos al Monasterio Trapense de Gethsemani, conocido por haber tenido entre sus filas al padre Louis, alias Thomas Merton. La comunidad de Gethsemaní fue fundada en 1848 por la Abadía de Melleraye, Francia. Apoyados por el obispo de Louisville, originario de Francia, se establecieron aquí un grupo de unos 20 monjes. El monasterio prosperó rápidamente y tuvo notables abades y monjes. A mediados del siglo XX, la comunidad contaba con 140 monjes, la más numerosa de toda la Orden. Por esta razón se expandió e hizo fundaciones en Conyers (Georgia), Ogden Valley (Utah), luego en Carolina del Sur, el estado de Nueva York, Nuestra Señora de Genesee, y más tarde en Chile, en la Dehesa en Santiago, no menos de seis fundaciones entre 1943 y 1966.
Los edificios de ladrillo han sido completamente renovados en los últimos años. Viven allí 40 monjes, incluyendo algunos monjes jóvenes. Su trabajo lucrativo consiste en la fabricación de quesos y de reconocidas fruitcakes, excelentes pasteles de frutos secos. La abadía acoge a muchos huéspedes y tiene también un centro en el cual presentan la vida monástica.
Durante la tarde el prior nos dio un tour por la casa. Al final de la tarde nos invitaron a unirnos a una celebración para bendecir los talleres, ligado a la fiesta del Día del Trabajo en EEUU. Esta sesión, seguida de una procesión de un taller a otro reemplazó Vísperas y fue seguida por una comida festiva.
Al día siguiente, el prior nos llevó a la ermita del padre Louis, Thomas Merton. Un precioso momento de recogimiento. Recorrimos los campos del monasterio, los que están arrendados para la agricultura. Pasamos a través de altas hierbas, cerca de otras dos ermitas, en una propiedad de mil hectáreas y volvimos al monasterio, deslumbrados por el gran espectáculo de la naturaleza.
Abadía de Marmion
La última etapa de nuestro viaje nos llevó a la Abadía de Marmion, cerca de Chicago, fundada por la abadía de Saint Meinrad en 1943, en medio de un inmenso terreno. El monasterio está compuesto de edificios de la época de su fundación, de la década del cincuenta y otros de la década de los ochenta, muy funcionales y bien ordenados. La iglesia es particularmente armoniosa.
Esta abadía pertenece a la Congregación Benedictina Helvético– Americana y se dedica principalmente a la educación, aunque también ayuda a las parroquias vecinas. Ha puesto en marcha un negocio floreciente de árboles de Navidad. La comunidad consta de 30 monjes. Su liturgia es sobria y hermosa.
Conclusión
En cada uno de estos lugares pudimos conocer las comunidades y explicarles los propósitos y acciones de la AIM. Pasamos algún tiempo con los superiores para explicarles una serie de puntos que favorecerían una mayor colaboración de los esfuerzos ya realizados por el AIM-EEUU. Es un tema importante para el futuro de la vida monástica, que haya un mejor conocimiento entre las comunidades de Europa y los de Estados Unidos. Ciertamente hay diferencias, es otro el contexto, y la implementación es diferente; pero el espíritu de familia es el mismo. Esta complementariedad sólo pueden avanzar en el anuncio del Evangelio en el mundo monástico. Entre nosotros, los monasterios de Europa y de los Estados Unidos, estamos llamados a apoyar a fundaciones en otros continentes.