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PREM: Santa María Real de las Huelgas, Pascua 2017

 

Verdaderamente la experiencia de la Pascua del Señor en este año, ha sido un auténtico don para toda la comunidad de Las Huelgas. El “Paso” de treinta y tres monjes y monjas jóvenes que han convivido con nosotras durante los más de dieciséis días que ha durado su curso de formación monástica, ha supuesto una verdadera inyección de esperanza en la obra que el Señor continúa realizando en su Iglesia.  

Ya las Vísperas de la tarde previa al comienzo del curso fueron en verdad impactantes: el coro lleno; voces fuertes y jóvenes; todos cantando y salmodiando al unísono a nuestro Dios. Con Jesús en medio de nosotros, pues éramos muchos los que estábamos reunidos en su nombre, la acción de gracias al Señor era algo fácil y espontáneo.

La liturgia eucarística se enriqueció igualmente cada día con los distintos tonos de los salmos, motetes durante la comunión e incluso algún nuevo instrumento musical.

Las materias que se han impartido han sido:  

-Eclesiología –Mariología ;

-Pensamiento Contemporáneo;

-La Institución Cisterciense;

-Hebreos y Cartas Católicas.

El Padre Juan María de la Torre, al término de sus clases, hizo una magnífica exposición sobre los orígenes del claustro, haciendo un recorrido por el mismo.

Como todo no va a ser estudiar y trabajar, había prevista una salida lúdico-cultural y entre otros destinos se decidieron por visitar el monasterio de Cañas y toda aquella zona tan rica en paisajes y monumentos. Así es que, después de la última clase de la mañana, y provistos de sendas bolsas de riquísimos bocadillos preparados con mucho cariño, partieron en un autobús con la M. Abadesa y alguna otra hermana de casa.

Algo muy significativo es la asistencia que viene dándose, desde hace ya algunos cursos, de varios hermanos benedictinos de distintos monasterios e incluso de un profesor de Montserrat. Por algo los monjes negros y los monjes blancos tenemos a nuestro padre san Benito como nuestro mismo Padre Fundador y vivimos su misma Regla.

La tarde previa a la finalización del curso los alumnos obsequiaron a la comunidad con una fiesta de despedida donde pudimos comprobar las dotes artísticas de todos, pasando un rato muy agradable y divertido.

Ahora podéis comprender lo que se decía al principio: la Pascua de este año ha sido un verdadero regalo del Señor.

Oremos para que Él mantenga en su fidelidad a todos estos jóvenes que son el futuro de nuestra Orden. No se trata de que seamos muchos o pocos, se trata de que vivamos auténticamente enamorados del Señor; sólo así podremos con todas las vicisitudes de la vida y la viviremos felices y llenos de gozo.

 

Mary Carmen Sanjuan